Reconozco que he estado varios dias pensando sobre la conveniencia, o no de escribir sobre este tema, suele decirse que en reuniones de amigos y familia no es adecuado hablar fundamentalmente sobre dos temas, de política y de futbol, y no son pocas las sobremesas que han acabado como el Rosario de la Aurora por hacer oidos sordos a esta recomendación, pero también es cierto que es muy difícil abstraerse de lo que ha acontecido acá en estos últimos cuatro dias, por lo que he decidido comentar, aunque sea someramente lo que uno ha podido percibir, sin ánimo de crear polémicas y desde luego con el máximo respeto.
Lo que primero me llama la atención es el apasionamiento con que se vive la política en Argentina, me es muy difícil imaginar en mi pais una respuesta ni siquiera parecida a la que el pueblo argentino ha tributado a un expresidente, no creo que ni de lejos se pueda llegar a vivir algo parecido cuando, esperemos que dentro de mucho tiempo, les toque el turno de entregar la cuchara a Suarez, Felipe González, Aznar o Zapatero por citar a los cuatro últimos que tuvieron el mandato popular para gobernar el pais. Capaz que pueda llegar a acercársele cuando fallezca D. Juan Carlos I aunque tengo mis dudas.
Resalta también la manera tan diferente de vivir un velatorio, hasta ahora todas las despedidas a gente insigne, o al menos las que yo he visto, eran más parecidas a lo que uno está acostumbrado, esto es, llantos, tristeza y silencio, me sorprendió que si bien hubo mucho de los dos primeros, hubieron muchos momentos en los que el silencio respetuoso se rompia con gritos y vítores, y hasta se llegaron a entonar cánticos como si se tratara de una cancha de futbol, quedé perplejo. Capítulo aparte merece la cantidad de gente que sin ser de Buenos Aires, se metieron entre pecho y espalda, miles de kilómetros en muchos casos para mostrar sus respetos al ex presidente, y no es fácil en un pais tan inmenso como este.
En cuanto a la figura de Nestor Kirchner, ¿qué decir?, hay mucha gente que lo ama y hay también bastante gente que lo odia, dependiendo de la campana que uno escuche puedes hacerte una idea u otra totalmente diferente, supongo que esto le sucede a cualquiera que tenga o haya tenido la responsabilidad de gobernar en cualquier lugar del mundo.
Lo que yo puedo decir, es que cuando llegué hace casi ocho años había un país totalmente diferente al que encuentro hoy, en aquel momento se vivía un descontento muy grande, una crisis todavía emergente y un nivel de desocupación muy alto. De aquellas elecciones de primeros de 2003, surgió el nuevo Presidente, un hombre patagónico poco conocido en las esferas de la capital y sus alrededores, al que por venir de donde venía empezaron a llamarle "Pinguino" y honestamente pienso que después de cuatro años de mandato dejó un pais mejor. En su haber, además de un incuestionable crecimiento económico, y de la bajada de los índices de desempleo, están la recuperación de espacios relacionados con el horror, como la ESMA, lugar donde se torturó y asesinó a muchos ciudadanos inocentes, y donde ahora funciona el Museo de la Memoria, descolgó el cuadro de Videla, que todavía lucía tipito en el salón de los ex mandatarios argentinos, las políticas sociales, donde hubo mucha gente humilde que pudo acceder a una vivienda, o gente que pudo acceder a una jubilación aun siendo ama de casa, la famosa Ley de Medios, donde se impide que dos o tres grupos de poder puedan hacerse con todos los medios de comunicación, la Ley de Matrimonio Igualitario y otras medidas que a mi modo de ver supusieron un avance evidente.
También es cierto que no todas son luces, incluso hay bastantes sombras, tanto en su gestión como en la de su sucesora, sus detractores les reclaman que a dia de hoy su fortuna personal se ha visto incrementada en varios millones de pesos desde que arrancaron en el Sur, de la misma forma también se les acusa de turbios manejos inmobiliarios en su Santa Cruz natal, donde según ellos compraron terrenos a precio de pesos y los vendieron a precio de euro. Lo malo es que lo de meter la mano en la caja suele ser moneda corriente en la clase política que ha tenido la desgracia de padecer este pais, e incluso hay gente que se resigna a esta situación y como escuché a alguien decir ayer: "robó como roban todos, pero al menos hizo cosas, los otros robaron igual y no hicieron nada", pensamiento que me parece triste ya de por si, pero bueno, como en tantas cosas de la vida, hay un juez implacable que es el Tiempo, él será el que dicte sentencia, para saber como va a ser tratado por la Historia solo hay que esperar a que actue.