Que siempre ha existido la rivalidad entre Real Madrid y Barcelona es un hecho incontestable, y siempre que se desarrolle dentro de los parámetros normales, es hasta sano, entendiendo que entra dentro de lo permitido hasta los lógicos piques, sin los que el futbol seguramente no sería lo mismo, ahora, de ahí a esta sin razón con las que nos están obsequiando en los últimos clásicos va un trecho muy grande.
Gran parte de la culpa, a mi entender, la tiene la llegada de cierto personaje al banquillo blanco, del que no voy a dudar de su categoría como entrenador, pero del cual si me permito no sólo no coincidir, si no, deplorar los métodos anti deportivos de los que hace gala cada vez que tiene ocasión, perdiendo así la oportunidad de que solo se hable de su buen hacer como técnico. No solo no es capaz de reconocer una derrota, si no que además intenta ensuciar lo más que pueda tanto al rival, como por ende, la victoria por ellos conseguida. No creo que haya algo más patético que un mal perdedor, y esta persona debería de tener en cuenta que está representando a un club señorial, que siempre hizo del buen juego y de la caballerosidad, su estandarte, que nunca necesitó de las malas artes para ser uno de los más lauredos de la historia. Pienso que los actuales dirigentes merengues deberían hacer algo para que no siga esta escalada, que está manchando su imagen sobre todo a nivel internacional.
Pero a mi lo que más me preocupa, es el enorme daño que se le está haciendo a la Selección Española de Futbol, me da tristeza, pena y hasta asco ver como compañeros que han vivido lo que han vivido, una generación que nos ha puesto en lo más alto, y a la cual todos los españoles les tenemos que estar muy agradecidos, se envuelven en peleas ridículas que causan sonrojo. Me parece una falta de respeto enorme a todos los aficionados que vibramos con sus gestas deportivas, y que lo último que merecemos es tener que presenciar el lamentable espectáculo de ver a deportistas a los que admiramos y queremos a los golpes, empujones o llamándose de todo menos bonito. Nos costó mucho alcanzar lo que conseguimos, ojalá nadie consiga torcer esto, pero me da la sensación de que si no le ponemos un poco de cordura a la situación, esto se nos puede ir de las manos, hay cosas de las que es muy dificil volver, estamos jugando con fuego, y alguno se puede llegar a quemar.