lunes, 14 de abril de 2014

AQUELLAS TARDES DE DOMINGO

 

                                                                              

Toca hoy un viaje en el tiempo, más concretamente a aquellas tardes de un domingo cualquiera allá por finales de los años setenta, y en los albores de los ochenta. La llegada del buen tiempo traía consigo las salidas al campo, ya sería a pasar el dia entero o sólamente a echar la tarde, con el afán por parte de nuestros padres, supongo, de airearnos un poco y de intentar que quemásemos unas energías que a esas tiernas edades se me antoja eran bastantes.

Así que primero con el Seat 850 y luego con el Renault 6, la flamante nueva adquisición de la familia solíamos ocupar los domingos, con la condición de que no hubiese fútbol en Las Gaunas, claro, porque si no, el plan ya estaba trazado de antemano y el único campo que se permitía pisar mi padre era el de el Estadio Municipal, en solazarnos por diferentes puntos en los alrededores de la Capital, mayormente, los destinos más repetidos solían ser, Samaniego, lugar de nacimiento de mi madre, El Campillar, aldea donde nació mi abuela materna, o cualquier punto situado a orillas del Rio Iregua.


En alguna otra entrada, he contado algo sobre la importancia de la radio en mi vida, y en aquellas tardes domingueras esa importancia quedaba palpablemente demostrada. Ya sería en la radio del coche o en un transistor a pilas que mi padre siempre llevaba, disfrutábamos, mientras caminábamos o simplemente reposábamos la comida, de los inconfundibles sonidos de la radio en España cualquier domingo por la tarde, esto es, los sonidos del Carrusel Deportivo, programa en riguroso directo que, en aquellos años en los que sólo se televisaba un partido por jornada y además había que esperar al lunes por la noche para poder ver los resúmenes con los goles de los partidos, nos hacía llegar al instante cuando se producía un gol en cualquier estadio de la geografía española, aun quedaban unos años incluso para que el famoso "Gol en Las Gaunas" quedase inmortalizado en dicho programa.

Muchos se acordarán de todo esto, a las nuevas generaciones les sonará a chino, ellos nacieron ya con todo el tinglado montado, hoy se juegan varios partidos en simultaneo y uno con su mando a distancia tiene la potestad de elegir cual es el partido que desea ver, ya no hay que esperar al otro dia para poder ver los goles, aunque no estés viendo la televisión, casí en tiempo real te los cuelgan en internet, hay que reconocer que es una comodidad, aunque, ¿que quereis que os diga?, yo extraño mucho aquellas tardes de domingo.