domingo, 12 de enero de 2020

EL ÚLTIMO TRAGO ES EL MEJOR




He de reconocer que ayer cuando estaba en el bar donde solemos quedar para juntarnos antes de los partidos y recibí la notificación del Club publicando las alineaciones, mis sensaciones no fueo las mejores. Traté de ser positivo, de pensar que Sergio es el que mejor conoce lo que se trae entre manos, de la dureza de la seguidilla de partidos que se nos viene en este mes, pero con todo y con eso, no pude evitar que el pensamiento de que estábamos tirando la Copa se me pasara por la cabeza.

Y la verdad que viendo el primer tiempo nada parecía indicar de que estuviese muy errado. No fue un buen primer tiempo, el Cádiz, como era lógico y previsible se adueñó de la pelota, aunque sin demasiada profundidad. Fue gracias a un error nuestro en la salida de un saque de banda como consiguieron adelantarse en el marcador. Seguramente el gran error cadista fue el quedarse ahí, cuando lo tuvo todo favorable, hasta el final del primer tiempo y los quince primeros minutos del segundo, pero pensó que el trabajo estaba hecho, que con ese gol le alcanzaba para pasar de ronda y ese fue su craso error, porque mediada la segunda mitad, Sergio, como vió que estábamos en el partido, empezó a mover el banco y metió a tres de los titulares que había reservado y vaya si se notó. Ñoño, Olaetxea y Ander Vitoria le cambiaron la cara a un equipo que empezó a tener la pelota y lo más importante, que empezó a creerselo. El equipo encontró el balón y empezó a acorralar al cuadro andaluz, que solo esperaba el pitido final.

Pero Las Gaunas tenía preparada una sorpresa y en el 88 Vitoria llevaba el delirio a las gradas, estábamos vivos, el equipo había olido la sangre y no iba a soltar la presa. En el alargue continuó la superioridad blanquirroja y en un fallo de la defensa amarilla pudo haber llegado el éxtasis, pero Ñoño no acertó ante el meta andaluz y el rechace le llegó a Ander que en una posición muy forzada envío el cuero por arriba del arco.

Se llegó a los penales y quien más quien menos se acordaba de las dos definiciones anteriores ante el Adarve y el UCAM Murcia que se habían saldado con victoria local. Máxima tensión en las gradas, como corresponde. Al final y tras un penal fallado por el Logroñes y dos por el Cádiz, se llegó al penal decisivo, si marcaba Errasti estábamos en la siguiente ronda, y Errasti no falló y llevó el delirio a todos la afición blanquirroja, la machada se había consumado, el líder del grupo 2 de la Segunda B había eliminado al puntero de la Segunda A.

Ahora a esperar mañana el sorteo, ojalá que de una vez por todas haya suerte y nos toque uno de los gordos, el club, la ciudad y la afición bien lo merece.

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