domingo, 25 de octubre de 2020

AYER ATRASÓ LA HORA (Y EL LOGROÑÉS)




En la pasada madrugada hubo que retrasar los relojes una hora para amoldarnos al horario de invierno, lo que no esperábamos es que el Logroñés se iba a anticipar a ese tradicional retraso atrasando a su vez a tiempos y sensaciones que uno creía olvidadas. Venía el equipo dando muestras de seriedad y buen hacer, sobre todo en la parcela defensiva, lo de crear y finalizar las jugadas ya es harina de otro costal, pero las sensaciones iban in crescendo, más aún tras el valioso empate obtenido entre semana en tierras madrileñas. Poco imaginábamos que ahí agazapado estaba el Lugo con aviesas intenciones con ganas de aprovechar el mínimo resquicio que le dejaran abierto los blanquirrojos.

Y vaya si le dejaron, con un comienzo de encuentro muy timorato los riojanos eran incapaces de hacerse dueños del partido, continuas pérdidas de balón y extrema dificultad a la hora de la salida del balón, que lógicamente se traducía en que las llegadas al área rival brillaban por su ausencia. Los gallegos mientras tanto a lo suyo, haciendo gala de un mayor empaque conseguían llevar el ritmo del partido e incluso se permitían alguna que otra llegada a la meta defendida por Santamaría. 

En esas estábamos cuando una jugada pudo cambiar el devenir del partido, penalty, para mi sorprendente, cuando menos. a favor del Logroñés, lo lanza el especialista, Andy, y tras el rechace en el portero y el palo, él mismo de cabeza pone el 1-0 en el marcador. De ahí al descanso vinieron los mejores minutos en el partido de la Unión Deportiva Logroñés, y más de unos nos las prometíamos felices pensando que aquello iba a resultar un punto de inflexión en el mismo.

Pero fue un espejismo, el equipo atrasó y se acordó de uno de sus defectos en campañas anteriores, el de salir en la segunda parte con un incomprensible tono de relajación, como si aquello ya estuviera hecho y la cosa no iría con nosotros. Salieron dormidos y se encontraron con un Lugo con el cuchillo entre los dientes en pos de equilibrar el marcador lo antes posible. Este, para mi, es el mayor reproche que se le puede hacer al cuadro local, se puede acertar más o menos, pero la concentración no se negocia.

Es cierto que hubo un disparo al palo de Sidikki que pudo cambiarlo todo, pero no nos hagamos trampas al solitario, los lucenses fueron mejores, sus jugadores parecían tener varias marchas más, a veces daba la sensación de que eran hombres contra niños y en dos contras certificaron su buen hacer dejando el partido visto para sentencia.

La impotencia de los jugadores se transmitía a la grada, al graderío de la televisión y más tarde a las andanadas tuiteras y tras un buen rato pulsando ambas sensibilidades parece que el desanimo va ganando terreno entre los aficionados blanquirrojo. No son pocos los que piensan que a la plantilla le falta calidad para competir en Segunda, que después de vendérsenos la moto de que se iba a hacer un equipo para estar de la mitad de la tabla hacia arriba los refuerzos no llegaron en la medida que se esperaba.

A mi modo de ver, y lo dije hace tiempo, creo que hay bastantes jugadores a los que la división les viene demasiado grande, no me parece justo cargar las tintas sobre ellos, de hacerlo con alguien tendrá que ser con aquel o aquellos que pensaron que podían mantener el bloque de Segunda B para tan considerable empresa, ejemplos y recientes tienen muchos, empezando por la Cultu y siguiendo por el Racing de Santander. Pero ya es tarde para lamentos, aún tenemos dos fichas libres, habrá que usarlas, y a medio plazo el mercado de invierno ya se ve en el horizonte. Habrá que ser valientes y habrá que tomar decisiones, duras seguramente, pero habrá que dar unas cuantas bajas y traer mimbres que mejoren lo que hay, costó mucho llegar hasta acá como para tirarlo por la borda a las primeras de cambio.

No quiero terminar sin dejar una impresión sobre el tema Bogusz, somos un club muy peculiar, en cualquier otro traer un refuerzo y que debute a los dos días es todo uno, aquí no, aquí parece que tiene que aprender el idioma y pasar un test sobre tradiciones locales antes de debutar. Ni lo entiendo ni me parece de recibo que un jugador que viene con la vitola y las expectativas del polaco no se haya hecho merecedor de tener un minuto en este equipo. En Leeds deben de estar alucinando in colors.

Con todo y con ello iremos a la guerra con lo que tenemos y el aliento no os faltará, porque eso si que no se negocia

Aúpa el Logroñés  y a ganar en Oviedo.

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